lunes, 17 de diciembre de 2007

Por si no nos vemos mañana: Buenos días, buenas tardes y buenas noches...

Como habéis podido comprobar cientos de historias nos han acompañado a lo largo de estos dos años en la universidad; momentos de entretenimiento, tensión, alegría, angustia, amistad, miedo... Nos llevamos muchos recuerdos y muchos más que todavía están por llegar. Este blog y todas las anécdotas que han formado parte de él, seguro que será algo que recordaremos toda la vida.

"El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad."






...SIEMPRE CAÓTICAS...



Ciao!


Cuando hace ya más de un año entré en la universidad por primera vez, nunca imaginé que mi vida, fuera a sumirse en un completo y real caos. Mil aventuras y anécdotas nos han acompañado cada día en este viaje y estoy segura, de que aún nos quedan por vivir muchas más.

La UPV, aunque nunca ha llegado a ser lo que esperábamos, nos ha enseñado cosas que no se imparten en el interior de un aula. Hemos aprendido a enseñarnos las unas a las otras, a ser duras con nosotras mismas, a darnos cuenta de que no siempre podemos tener la razón ni que nuestras ideas serán siempre las mejores, que cada una aporta su granito de arena, y que no debemos dejarnos llevar por la subjetividad que implica la amistad.

Aunque en muchas aportaciones, haya dado la sensación de que me horrorizaba subir cada día a estudiar aquí, lo cierto es, que en casi dos años, la universidad para mí se ha convertido en mi segunda casa. Y por supuesto estoy convencida que el día en que decidí matricularme en mi carrera, tomé la decisión acertada, porque hoy, no sólo tengo en mi vida a personas maravillosas, sino también, soy cada día un poco más culta, aunque también soy consciente de que aún tengo mucho por aprender.

Como bien dijo Galileo Galilei: “Nunca he encontrado una persona tan ignorante de la que no pueda aprender algo”. Y debo decir, que yo tampoco la he encontrado, pues sé, que cada una de las personas a las que he conocido aquí, han aportado algo a mi vida. Y con eso es con lo que me quedo.
LA SOÑADORA

Gero Arte


Han sido exactamente 10 las semanas en las que cada lunes nos hemos reunido para poner en común nuestras aportaciones y para valorar y corregir cada una de ellas. Esto, ha conllevado que esos diez lunes se llenarán de risas, prisas, euforia, alegría, recuerdos y como no, de caos.

Pero, de alguna manera, es todo eso lo que cada día nos hace reunir las fuerzas suficientes para subir a la universidad, sentarnos en un pupitre y escuchar a esos profesores a los que algún día agradeceremos su labor. Es la constante incertidumbre de “qué será lo siguiente” lo que nos ayuda a empezar, si cabe, con más emoción cada año. Y por ello creo que la mejor manera de despedirme de este blog es con un “Hasta luego”, ya que como bien hemos demostrado, nunca sabemos que sucederá después.

Como dijo Enrique Tierno Galván, político e intelectual español, “Bendito sea el caos, porque es síntoma de libertad”.
LA PRÁCTICA

Bye, bye...


Una vida complicada, pensarás si has leído este blog aunque sólo sea por encima. La verdad es que sí, pero también muy divertida e interesante. En estos casi dos años me han pasado mil aventuras que poder contar a mis nietos cuando sea viejecilla, pero sobre todo, me he conocido a mí misma, a mucha gente interesante y he aprendido cada día algo nuevo.

Aunque espero que mi vida siga siendo igual de caótica que ha sido hasta ahora los otros dos años que me quedan; porque a pesar de todo, me gusta mucho. Esa incertidumbre de saber que puede pasar cualquier cosa, que cuando menos te lo esperas sucede algo realmente raro, es una sensación a la que no se renuncia facilmente.


Con mucha pena despido este blog con la frase que mejor resume mi paso por la universidad de la mano del escritor y poeta irlandés James Joyce.


“Los errores son los umbrales del descubrimiento”
LA FILÓSOFA

La maldición de la silla roja II



Hace tiempo, os hablamos de una maldición extendida en la cafetería sobre las sillas de color rojo. Aunque pudo sonaros a chiste o a leyenda, lo cierto es que hace unos días la historia volvió a repetirse; sólo que esta vez por suerte, no nos tocó sufrirlo a nosotros.


Mientras tomábamos un café en la cafetería grande escuchamos un fuerte golpe. Al girar la cabeza para ver lo que había ocurrido, no nos imaginábamos lo que nos íbamos a encontrar. Sí, la silla roja había actuado de nuevo.


Una chica, había intentado sentarse en ella, con tan mala suerte, que una de las patas de ésta, se había ido doblando hasta romperse por completo haciendo que la pobre desafortunada se cayese de culo contra el suelo, ante la vista de todos.


Una vez más, ella optó por echarse a reír y no levantarse hasta que la rojez desapareciese de su cara. Eso sí, nadie se burló de ella ni la señaló con el dedo, ya que al fin y al cabo, todos somos conscientes de que cualquier día, nosotros mismos podríamos convertirnos en víctimas de la maldición.

Money, money


No hace mucho tiempo os hablamos sobre un curso gratuito de “autodefensa para la mujer” que lanzó la UPV. En esa misma aportación, también os contamos como el profesor que impartía dichas clases, decidió cesar el curso dada la negativa de la universidad a ofrecernos lo que considerábamos el mínimo exigido. Como bien expresamos aquel día, aquello colmó nuestra paciencia, y por ello, decidimos ir a hablar con los responsables de la organización de actividades para que, al menos, nos dieran una explicación de lo ocurrido. Y en efecto, así fue. Esto fue lo que nos explicó la coordinadora de las actividades deportivas de la universidad:


“Al profesor se le informó desde un principio de los materiales que dispone la universidad, entre los que no se encuentran 35 colchonetas. Por otro lado, cuando la clase llegó a las 25 personas apuntadas, cantidad con la que normalmente se cierran los grupos por simples motivos de comodidad, el profesor se negó a cerrar el cupo hasta le primer día de clase.”


Como bien recordaréis, el profesor nos dio la oportunidad de completar las horas del curso en su gimnasio privado, lo cual, antes de escuchar la versión de la UPV, nos pareció un gesto de amabilidad. Ahora simplemente nos suena a “estrategia empresarial”.



¡JUZGAD VOSOTROS MISMOS!

La vuelta al mundo en un cuatrimestre

- El que está al lado de Rumanía, ¿cuál era?
- Moldavia, Ucrania, Eslovaquia…
- Hungría, Serbia, Bulgaria…
- ¡Tranquilas! Moldavia, vale.


- Chicas, ¿y la que va después de Antigua y Barbuda?
- Jajajajaja
- Jajajajaja
- Saint Kitts y Nevis
- Ok


- Joe, ¿cómo es el país del que nunca me acuerdo?
- ¡Burundi! Uganda, Ruanda y Burundi, si es que sale solo.
- No, ese no. El de Asia.
- Tadjikistán y Kirguizistán
- Vale, gracias.


Como bien sabemos todos los estudiantes, la memoria es limitada, y no podemos acordarnos de todas y cada una de las cosas importantes. Esto unido a que uno de nuestros profesores nos haya tenido atemorizados con un examen sorpresa de países todo el cuatrimestre, nos ha llevado a que estas conversaciones se hayan convertido en rutina de todos los miércoles para nosotras.


Dedicábamos una hora antes de clase todas las semanas a repasar los 193 países de reconocimiento internacional general, por si acaso tocaba examen. Nos ha costado mucho trabajo aprendérnoslos todos, pero al final lo hemos conseguido. Y aunque cada semana descubríamos que había uno o dos que no conseguíamos recordar, ha merecido la pena el esfuerzo. Porque no sólo somos un poquito más cultas sino que nos lo hemos pasado en grande estudiando.

martes, 11 de diciembre de 2007

Manifestaciones en la UPV

Son muchas las manifestaciones que se han hecho en la UPV de Leioa. Una vez más, curioseando por internet, nos hemos encontrado con unos cuantos vídeos. Aquí dejamos un par de ellos.

Saludos!




lunes, 10 de diciembre de 2007

Love story, again!


Como mujeres estamos acostumbradas a que intenten ligar con nosotras de mil maneras diferentes y en los momentos más insospechados; aunque siempre hay alguno que supera al anterior, y la universidad parece el lugar perfecto para intentarlo.
De nuevo, nuestra historia empieza en la cafetería, que como ya sabéis es nuestro lugar de encuentro preferido. Es por esto que conocemos a muchos de los que allí trabajan, y ya se sabe que el roce hace el cariño. Aunque entre todos ellos hay uno que nos tiene especial afecto.
Hasta ahora se había limitado a repetirnos día tras día el mismo monólogo que nosotras pacientemente escuchábamos:
- Hola chicas, ¿que tal el día? ¿os retiro esto? Si no queréis no ¿eh?, os lo dejo aquí. ¿Ya os vais? ¿a estudiar marcháis? Podéis quedaros ¿eh? Que no os cobro. Venga guapas, hasta otro día. ¡Agur!
Pero hace unos días no nos sirvió el asentir diario, ya que fue más allá en su discurso. Esta vez se acercó, y tras desearnos un gran puente, se despidió con un “si es que no nos vemos antes, claro” que cerró con insinuante guiño.
“¡Lo que nos faltaba! ¡esto es lo último!”
Primero fue el insistente encuestador y ahora un señor que perfectamente podría ser nuestro padre. ¿Qué será lo próximo?

Un, dos, los micrófonos!


En la universidad, al igual que en los colegios e institutos, encontramos profesores de todo tipo. Los hay que son capaces de mantener al alumnado atento durante los cincuenta minutos, los que apenas preparan sus clases, y los que además de limitarse a dictar lo que lee de su libro, tratan de rompernos los tímpanos.

Por supuesto, esto último tiene su explicación. Tenemos un profesor empeñado en usar el micrófono de clase, aún sabiendo, que éste no hace más que emitir un irritante pitido que provoca una terrible molestia. Desde que llegó, no recordamos un día en el que las clases no hayan estado amenizadas con esta horrible banda sonora; y sin embargo, el señor sigue empeñado en hacerlo funcionar.

Lo peor de todo, es que para la mayoría de los alumnos, su asignatura es la hora de la siesta. Ya que su voz y su manera de dictar, son como tomarse un somnífero. Y de repente, mientras sueñas despierto, el micrófono maldito comienza a chirriar de un modo espeluznante haciendo así, que todos levantemos la cabeza de golpe.

Nos queda el consuelo de pensar, que el cuatrimestre casi toca a su fin. Pero estamos seguras de que en nuestra mente, siempre quedará la duda de saber, si realmente el micrófono estaba estropeado o era él el que lo hacía sonar así a propósito.

domingo, 9 de diciembre de 2007

8º Mandamiento: no dirás falso testimonio ni mentirás


Los libros de estilo, los códigos deontológicos y los principios básicos del buen periodista han sido durante dos años materia de examen, incluso para nosotras que somos de publicidad. Muchas horas invertidas escribiendo artículos para perfeccionar la técnica, teniendo siempre en cuenta la importancia clave de la veracidad. Aunque esto es algo que algunos olvidan cuando dejan la facultad.

Hace unos días mandé una foto a un periódico de reconocido prestigio para felicitarle el cumpleaños a una amiga. Adjuntamos también el día que era su cumpleaños, así como un pequeño texto como pie de foto. La felicitación no fue publicada, lo cual no nos sorprendió ya que, ¿cuánta gente más enviará las suyas? Nuestra sorpresa llegó cuando una semana más tarde vimos la foto en el periódico. Aparecía en una sección diferente con un texto completamente inventado, que nada tenía que ver con el original.

¡Sólo les falta añadir una viñeta de “The Yellow Kid”!

martes, 4 de diciembre de 2007

MQC (Mira que chungo)

Curioseando por You Tube nos encontramos con este vídeo bastante gracioso sobre la UPV. Esperamos que sea de vuestro agrado. ¡Un saludo!

Por cierto, dejad que el vídeo se cargue antes de verlo para evitar los cortes.



lunes, 3 de diciembre de 2007

Histeria colectiva


Cuándo llega el día en el que realizas tu primer examen universitario, te encuentras muerta de nervios y te sientes menos preparada que nunca. Tienes la impresión de que todo lo que has estudiado se te va a olvidar en cuanto comience la prueba y tratas de convencerte de que no pasará nada si suspendes.

A nosotras nos sucedió algo poco habitual en el primer examen. Entramos al aula y vimos que estaba completamente llena; nos sorprendió, hasta que nos explicaron que haríamos el examen con otra clase y que debíamos sentarnos de dos en dos ya que eran diferentes pruebas. La tensión aumentó en esos cinco minutos antes y la gente empezó a ponerse histérica. Unos, pedían desesperadamente un cigarro, otros, releían sus apuntes, y nosotras, con la curiosidad que nos caracteriza, nos dispusimos a escuchar a la compañera que teníamos delante que se presentaba al examen por tercera vez.

Jamás olvidaremos esa sensación, ni aquel primer examen, sintiéndonos unas completas novatas mientras los veteranos aseguraban que aprobar era casi imposible. Aunque finalmente la mayoría aprobamos, unos antes y otros más tarde.


Desde aquí un mensaje para los principiantes: nadie os librará de los nervios salvo vosotros mismos.

domingo, 2 de diciembre de 2007

La sucesora del dictador



Ya han sido varias las ocasiones en las que os hemos hablado de un extraño profesor anclado en los años de la dictadura. Pero esta vez, demostraremos que no es el único; haremos referencia a la que bien podría ser su sucesora.


"Yo soy argentino, y allí el curso termina en octubre. Para no perder todo un año, uní los dos cursos; terminé en Argentina y seguidamente me matriculé en España, incorporándome a las clases más tarde que el resto de mis compañeros (no llegó a un mes). Casi todos los profesores fueron comprensivos con mi situación, a excepción de una. Alegando que había faltado a varias prácticas, en realidad sólo a dos, decidió que no podría optar a más de un seis de nota. Y que la única solución que ella veía era dejarlo todo para segunda convocatoria que constaba también de una parte práctica. A veces luchar contra las injusticias puede dar como resultado una injusticia mayor."


Este compañero todavía hoy arrastra esta asignatura, ya que aunque existía parte práctica ésta era considerablemente mucho más difícil que los trabajos durante el curso. Esperemos que este año tenga más suerte.


Como bien dijo Einstein una vez "Sólo hay dos cosas infinitas en el mundo: el universo y la estupidez humana. Y de lo del universo no estoy tan seguro".

Del barco de Chanquete...

La mayoría de las historias que llenan nuestro blog cada semana y que han sido la fuerza que nos ha arrastrado día tras día hasta la universidad, no hubieran sido posibles sin "nuestra cafe". Cuatro paredes que han sido testigos de los mejores momentos vividos en la UPV: nuestras piras, los repasos antes de exámenes, los trabajos en grupo... Vamos, que se podría decir incluso que constituye el centro neurálgico de la mayor parte de los universitarios.







Ahora, tras varios años de servicios, los empleados se encuentran en una situación de incertidumbre total acerca de su futuro laboral. La prórroga de la concesión administrativa para la explotación de la cafetería acababa en noviembre, y todavía sin construir la nueva, se desconoce qué medidas tomará la universidad para solucionar esto. Si optará por sacar un nuevo concurso o prorrogar la actual, y sobre todo, qué ocurrirá con esos trabajadores. De momento, sólo han conseguido una ampliación de su contrato hasta finales de diciembre.

TOD@S CONTRA EL CIERRE DE LA CAFETERÍA

Desde aquí queremos solidarizarnos con los derechos de los trabajadores que ofrecen un servicio imprescindible para todos; además sin él: ¿qué haríamos? ¿traernos un termo de casa? ¿la comida en tuppers? ¿los trabajos en la campa? ¿las horas libres en la calle muertas de frío?

lunes, 26 de noviembre de 2007

Los cinco pies del gato



Ya hablamos anteriormente sobre cierto profesor que nos exigía presentar justificaciones de faltas de asistencia tomalmente irrazonables.


La última barbaridad de este profesor, ha sido darle a elegir a una compañera entre presentar la invitación de la boda de su prima o el ticket de unos chicles comprados en una gasolinera gallega. El motivo de ésto, era que la chica no podía presentar justificación de transporte (ya que viajaba en su propio coche), ni de alojamiento, al estar en casa de sus familiares.


Una vez más este profesor nos ha dejado "boquiabiertas" y desde aquí volvemos a reivindicar nuestro derecho de asistencia voluntaria, ya que somos lo suficientemente adultos como para saber comportarnos y establecer cuáles son nuestras prioridades sin que nadie nos juzgue por ello.

No somos las únicas

Bueno, hemos decidido que basta ya de ser tan egocéntricas y de hablar siempre de nosotras. En el campus hay mucha gente, y cada cual con una historia mejor. Así que nos hemos puesto las pilas y hemos salido a recabar información por aquí. De manera que ahora no sólo contaremos nuestras historias sino también las de nuestros compañeros de faena.

Amor en la red


A veces en la vida te pasan cosas que parecen difíciles de solucionar, aunque al final lo mejor es, casi siempre, dejar pasar el tiempo.


Un día hablando por el messenger con un chica de clase, sucedió algo totalmente inesperado para mí. La conversación empezó de una manera de lo más corriente: "hola, ¿qué tal?". Y terminó diciéndome te quiero y desconectándose de repente, poco después de haberme piropeado extrañamente. ¿Qué se supone que debía hacer yo en ese momento? Ésta es una de esas cosas que, en un principio, parecen no tener solución, o al menos ser muy complicada. Muchas preguntas pasaron por mi cabeza: ¿Qué se supone que debería hacer cuando la viera en clase al día siguiente?, ¿qué significaba ese "te quiero"?, ¿debería preguntárselo a mi compañera? Al final decidí pedir consejo a un compañero cercano a mí y a ella.



Todo acabó resultando ser una pequeña broma de dicho compañero. ¿Qué hubiera sido de mí si llego a preguntárselo a mi compañera?

La obra interminable




Todo aquel que estudia en el Campus de Leioa, está familiarizado ya, con unas obras que dieron comienzo a principios del año pasado. Hasta hoy y desde el día en que llegamos, hemos tenido que soportar no sólo los ruidos durante las clases, sino también el estar aislados del resto.

Esto es así debido a las obras y a la necesidad de bloquear la pasarela que une nuestra zona con el resto del Campus. Desde entonces, si tienes la necesidad de ir al otro lado, deberá dar una gran vuelta de 10 minutos, mientras que con la pasarela son como mucho tres. Y a esto hay que sumarle el hecho de que pretenden arrebatarnos el servicio de la cafetería grande, obligándonos a recurrir al resto de cafeterías que se encuentran mucho más lejos.

No sabemos cuánto durará esta situación, ni cuándo empezarán a pensar en nosotros. Pero esperamos que sea pronto, pues ya estamos cansados de ser los “marginados”. No es tan difícil terminar con la obra de la pasarela y dejar de vaguear tanto ¿no?

lunes, 19 de noviembre de 2007

Tras la pista




Hace unos meses varios compañeros y yo nos convertimos en detectives por un día. El caso era de gran importancia: descubrir quién era la anónima que se dedicaba a escribir cariñosamente en el blog de una compañera todos los días. Creímos que sería sencillo encontrarla, ya que afirmó ser una estudiante de tercero de carrera en la facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación, dándonos incluso su nombre y apellidos.


Con la curiosidad que nos caracteriza, decidimos no quedarnos de brazos cruzados. Y abrimos una investigación con el fin de encontrar a la susodicha. Lo primero, fue buscar si su nombre salía en alguna de las listas de notas. Pero pronto nos dimos cuenta de que era más fácil pedirle ayuda al conserje. Con una mentira piadosa conseguimos que nos dejara ver las listas de tercero y la chica no aparecía. Nos había engañado.


Mirándolo por el lado bueno, nos entretuvo durante un día, pero aún seguimos sin conocer la identidad de esta extraña mentirosa.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

La UPV en su línea


Hace dos meses la UPV lanzó un curso gratuito de “Autodefensa para la mujer” destinado a todas las alumnas, que se impartiría en el Polideportivo Universitario. Desde el comienzo ha sido un curso con mucho éxito ya que asistíamos más o menos 35 chicas de todo el campus.



Hoy, el profesor ha decidido cesar el curso, ya que la universidad se niega a proporcionar el material mínimo, dándonos además la oportunidad de terminarlo en su gimnasio privado. Hasta ahora hemos tenido que soportar el frío, compartir el espacio con otras actividades, e incluso la absoluta prohibición de usar cualquier instalación del polideportivo ( taquillas y vestuario).



Esto ha colmado nuestra paciencia. Por eso desde aquí queremos pedir a la universidad seriedad, ya que no se puede ofrecer un curso y después no proporcionar el material necesario. Y por supuesto, que solucionen esta situación. ¡Qué no es mucho pedir unas malditas colchonetas!

Fashion victim


¿Quién no tiene una prenda favorita que usa mucho más que las demás? ¿Quién no se ha comprado algo nuevo y lo ha usado en exceso los primeros días? Esto es algo que nos sucede a muchas personas, pero en la facultad se da con una intensidad muy particular.
Durante todo un curso, estuvimos observando a uno de nuestros compañeros, que tenía tanto aprecio a su sudadera como para no quitársela durante un largo año (con su otoño, invierno, primavera y verano incluidos). Todavía no entendemos cómo hace para lavarla, ni tan siquiera si lo hace. Este año la situación se ha agravado, ya que continúa vistiendo esa misma sudadera todos los días. Pero además hemos descubierto que ha trasladado a uno de sus amigos esa misma tendencia, sólo que éste lo hace con el modelo completo (pantalones y camiseta).
No queremos llegar a imaginar lo terrible que podría resultar estar en clase si esta moda se instaura en la facultad. Así que desde aquí os pedimos colaboración: “un poquito de variedad a la hora de vestir, ¡por favor!”.

lunes, 12 de noviembre de 2007

La maldición de la silla roja


Como todos sabéis, la cafetería es la zona oficial de reunión para todos los alumnos. Es allí dónde vamos cada vez que un profesor falta, cada vez que no vamos nosotros o cuando por algún trabajo nos vemos obligados a comer en la universidad. Al pasar tanto tiempo en ese lugar, es normal que sea allí dónde sucedan la mayoría de las anécdotas; y como no, nosotras tenemos muchas que contar. Quizá una de las más divertidas tuvo que ver con el buen estado de las sillas, que en ciertas ocasiones, parecen estar programadas para hacernos pasar momentos más que vergonzosos.

Una mañana, repasando para un examen, decidimos juntarnos todos en el último piso. Cada uno de nosotros se agenció su silla blanca, excepto una compañera que para llevar la contraria escogió la roja. En mala hora, pues tras cinco minutos de estar sentada, las patas se doblaron y ella cayó de culo al suelo ante la vista de todos los que estaban allí. En aquel momento, decidió echarse a reír y todos nosotros también para evitar el bochorno. Pero desde entonces, ninguno ha vuelto a sentarse en las sillas de color rojo.

domingo, 11 de noviembre de 2007

¡¿Imprimir un trabajo en la UPV?! ¡Imposible!



Ya hemos comprobado que no todas las prestaciones de la UPV están tan disponibles como parece. Esto también sucede cuando tratas de imprimir un trabajo.


Aprovechando los diez minutos de descanso entre clases, te diriges apresuradamente al aula de ordenadores para imprimir una práctica que debes presentar hoy mismo. La primera sorpresa llega cuando descubres que está cerrada. Por ello, decides bajar a la planta baja a preguntar y descubres que el aula debería estar abierta, y además que sin responsable ellos no pueden hacer nada. Y aquí llega la segunda sorpresa; cuando tras 15 minutos esperando te das cuenta de que el responsable no va a aparecer. Así que no te queda más remedio que encontrar otra solución.


Al final terminas imprimiendo en Kopiak el trabajo, llegando tarde a clase y además acordándote de todas las veces que te ha pasado algo parecido. Pero, ¿qué se puede esperar si ni tan siquiera tenemos sala de redacción disponible para nuestras asignaturas?

La abeja Maya



La saturación de personas en un aula provoca un olor a humanidad que nos obliga, a pesar de una climatología adversa, a tener abiertas las ventanas por completo casi a diario. Esto trae infinidad de consecuencias, entre ellas ser el objeto de obsesión de grandes insectos.


Una tarde, como tantas otras, un extraño zumbido rompió nuestra profunda concentración. Con un sorprendente efecto dominó todos levantamos nuestras cabezas y cambiamos nuestro centro de interés en busca de aquel intruso. Nos costó dos horas echarle de clase. Cuando creímos habernos librado de él, nos sorprendió también en el baño. Tras fuertes gritos y una rápida estampida, el abejorro se marchó, pero no para siempre. Al irnos a casa, volvimos a encontrárnoslo dentro del coche, así que indefensas, decidimos ponernos a fumar como carreteras, ya que supuestamente el humo ahuyenta a este tipo de insectos. Sólo cuando el coche estuvo completamente lleno de humo nos deshicimos por completo de él. Sin embargo acabamos casi ahogadas y con un horrible olor a tabaco en la ropa. Lo curioso es que fue el mismo abejorro todo el tiempo, ¡o eso creemos!

lunes, 5 de noviembre de 2007

Para ser conductor de primera...



Para algunos alumnos de la UPV el transporte público se ha convertido en algo imprescindible pero al mismo tiempo en su peor pesadilla. Cuando no dispones de coche propio, ni de alguien que pueda llevarte, no te queda más remedio que hacer uso de Bizkaibus. Para sus conductores no existe ni la normalidad, ni la puntualidad; y es que por muy buenas intenciones que tengamos, nunca conseguiremos llegar a tiempo a clase.

Pero su defecto no sólo está en la puntualidad, sino también en su velocidad ya que en ciertas ocasiones se asemeja a la película "Paseando a Miss Daisy" y en otras, parece un autobús kamikaze preparado para un suicidio colectivo.

Así que desde aquí hacemos un llamamiento a todas las personas que sufren con esto cada día. Ya es hora de cambiar las cosas.

martes, 30 de octubre de 2007

¡Peligro, estamos rodando!



La grabación del re-make de un anuncio de Devota & Lomba, fue un día que nunca olvidaremos. Necesitamos más de ocho horas de filmación para treinta segundos útiles.

Nos juntamos para llevar cada uno una maleta con ropa, maquillaje, espejos, secadores… que después pusimos en común. Aquello parecía un mercadillo. No tardamos mucho en montar la primera escena, el backstage de un desfile. Poco a poco fuimos grabando las demás. Las últimas se rodaban en un parking; lo haríamos en el de la universidad. Al preparar todo nos dimos cuenta del peligro que corríamos de ser atropellados, así que montamos un dispositivo de seguridad. Cogimos las vallas de las obras, nos cercamos y pusimos un cartel: “Peligro, estamos rodando”, que tuvimos que pegar con un chicle. Todos los conductores que pasaban frenaban, se paraban a leerlo y después se marchaban riéndose.

Nunca hemos trabajado y reido tanto la vez. Hicimos un gran trabajo en equipo, nos divertimos más que nunca y logramos salir ilesos.

Los de la pancarta




Comenzábamos el curso cuando conocimos a un profesor que resultó ser uno de los que nosotras cariñosamente llamamos “los de la pancarta”. El primer día entró en clase, se quitó la chaqueta, se colgó un cartel en el que ponía: “irakasle kaleratuen alde, elkartasuna”; y ante la mirada atónita de todos, se presentó. Al poco nos explicó que eran un grupo de profesores despedidos, que llevaban quince años manifestándose en la puerta de la facultad con una pancarta. Y no pasó un sólo día en el que no diera clase sin llevar su característico trozo de cartón encima.


Hace unos días, nos lo encontramos en la universidad y nos demostró que lo que inculcaba en clase era cierto: "La comunicación es la clave para alcanzar cualquier acuerdo, y siempre es posible llegar a un consenso aunque las diferencias parezcan insalvables".

lunes, 29 de octubre de 2007

Examen sorpresa de actualidad. ¡Subid ya!


Ver como la oportunidad que tanto esperabas pasa por delante de ti es algo que a todos nos ha pasado alguna vez. Estar en el momento y lugar adecuados para cogerla es otra cuestión.

“Como tantas otras veces, subes pronto a la universidad para hacer un trabajo; te espera un día largo. Pasan las horas y no has parado de trabajar, así que decides irte con tu compañera a la playa para pasear al perro. De repente suena el móvil, “Examen sorpresa de actualidad, ¡subid ya! :-o”. Tratas de llegar cuanto antes a la universidad, pero piensas, ¡el perro! Así que lo llevas a casa y subes a la universidad, pero la clase ya ha empezado hace media hora y no sabes qué hacer.

Al final, parece que la única solución es quedarte sentada en el coche viendo como tus compañeros hacen el examen. Mientras, tú te arrepientes del punto que acabas de perder, y sigues escondida debajo del parasol, roja como un tomate, llena de arena y sin ninguna excusa creíble que justifique la tardanza.”

El sociólogo


Hola chicas, ¿puedo haceros una encuesta? - preguntó una voz. Las tres nos giramos justo en el momento en el que un completo desconocido se sentaba en nuestra mesa y se encendía un cigarro. Desconocertadas aceptamos. Tras quince minutos me encontraba realizándome a mí misma el test, mientras el encuestador se dedicaba a fumar y a aburrir a mis amigas en la cafetería. Terminé el cuestionario lo más rápido que pude, se lo entregué y conseguimos que se marchara. Nos estuvimos riendo de aquello toda la tarde. Menudo chico más raro, pensamos.



Dos días más tarde comienzo a recibir mensajes con chistes sin ningún tipo de gracia en mi móvil. Sí, era el encuestador que había cogido mi número del cuestionario y se dedicaba a pedirme citas. El colmo de la profesionalidad, nos presiona para hacer la encuesta, ni nos la lee, ¡y encima usa el número para ligar! No nos lo podíamos creer, era mucho más raro de lo que habíamos pensado. Desde entonces no respondemos a ninguna encuesta.

Fiesta pijama


Cuando llegas por primera vez alos laboratorios de la radio, te esperas nuevas tecnologías que te permitan hacer un buen trabajo y rápido. Sin embargo, las cosas nunca son tal y como las esperas, lo cual implica dedicar más horas de las que corresponden. Y ya se sabe que el roce hace el cariño.
Poco a poco nuestra relación con aquella sala terminó siendo más especial de lo que creíamos, dándonos momentos divertidos que nunca olvidaremos. La anécdota más original comenzó con una apuesta: ¿Quién se atrevería a ir a clase en pijama? El plan consistía en llevarlo en la mochila y cambiarnos dentro de la sala, para sentirnos como en casa, ya que para nosotras así era.
El desenlace, seis chicas con sus respectivos pijamas intentando grabar, y muchos compañeros sorprendidos por su atrevimiento. Ver la cara que se le quedó a nuestro profesor, no tuvo precio.

lunes, 22 de octubre de 2007

¿Dónde está mi examen?


A veces la tecnología nos juega malas pasadas en ocasiones importantes: memorias llenas, ordenadores bloqueados, impresoras colapsadas,...


A primera vista los ordenadores de la universidad parecen funcionar a la perfección. Pero cuando llega el día del examen te das cuenta de que las apariencias engañan. Justo cuando vas a entregar al profesor tu obra de arte, el ordenador se bloquea y la impresora se colapsa porque todos deciden imprimir a la vez. El profesor te amenaza diciendo que en quince minutos cortará la electricidad. Y tú sigues ahí, viendo cómo la impresora escupe exámenes y esperando que el próximo sea el tuyo. Pero no lo es, el tiempo pasa y al final, las luces se apagan, la impresora deja de funcionar, y tú te marchas, siendo consciente de que la semana que viene tendrás que luchar de nuevo contra la misma impresora.

Creo que necesito un mapa


Al comenzar el curso ningún profesor se olvida de comentar los horarios de las tutorías y su número de despacho, con la esperanza de que los alumnos acudan. Pero al finalizar el cuatrimestre, todos se quejan de lo poco que se utiliza este recurso. Quizá esta pueda ser una buena explicación:

Decides ir a una tutoría utilizando ese pequeño descanso que tienes, corres hacia la otra facultad y subes al último piso que es donde están situados los despachos. Te pones a buscar la puerta que se corresponda con el número que tienes apuntado en ese pequeño trozo de papel. Pero es imposible, no lo encuentras por ningún lado. Por ello, bajas a la entrada para ver si alguien te puede explicar dónde está. Pero no encuentras al vedel, que es el único que se aclara. Así que decides volver a subir a ver si esta vez hay un poco más de suerte. Aunque pronto te das cuenta de que esos diez minutos que tenías libres ya han pasado hace mucho y tú sigues sin encontrar el dichoso despacho.

Y piensas... ¡otra vez será!

Cada loco con su tema


A lo largo de nuestra estancia en la universidad nos vamos acostumbrando a las manías de los diferentes profesores, pensando que ya no queda nada que pueda asombrarnos. Pero siempre hay quien supera al anterior exigiéndonos cosas nada razonables y difícilmente explicables.


Concretamente, este primer cuatrimestre hemos tenido el placer de conocer a un profesor que llega hasta límites insospechados. No sólo nos ha exigido asistencia obligatoria, siendo ésta voluntaria en la universidad, sino que además en caso de falta deberemos presentar un justificante y realizar un trabajo. Llega hasta tal punto la desconfianza de este profesor hacia sus alumnos que en caso de fallecimiento tenemos que entregar una copia de la partida de defunción; ya que según él todos nos hemos excusado para faltar a clase alguna vez.


¡Menos mal que no nos imparte ética profesional!

lunes, 15 de octubre de 2007

El primer día de clase


El primer día de clase llega tras el mejor verano de tu vida. Los reencuentros, las bromas, los nuevos... lo convierten en el día más caótico por autonomasia. Aunque con los años se deja de vivir con tanta intensidad y se convierte en algo rutinario, siempre hay excepciones.


"Esperaba un día tranquilo ya que es mi segundo año y creía tenerlo todo controlado. Presentaciones de quince minutos y después a la cafetería hasta la siguiente clase. En cambio, me he pasado toda la tarde dando vueltas: de conserjería a secretaría, de ahí a automatrículas, vuelta a conserjería... Para al final, descubrir que las clases y los grupos ya no son los que eran y que necesitas estar matriculado para tener uno. Así que muy feliz me voy, tres horas más tarde a casa, sin clase, sin grupo y sin nada que hacer hasta que dentro de tres días me matricule. ¡Con lo fácil que hubiera sido que las clases empezaran cuando estuviéramos todos matriculados!"

La red wifi


La universidad, dotada de la última tecnología, pone a disposición de todos sus alumnos una red wifi gratuita que cubre el campus para garantizar nuestro acceso a internet. Pero, ¿qué ocurre cuando tratas de utilizarla?


El primer paso es dirigirte a la sección de alumnos, aunque para saberlo necesitarás preguntar, al menos, a media facultad. Allí te explicarán que si quieres conectarte sólo hoy te pueden facilitar un papel. Pero si quieres conectarte como alumno tienes la información en la página web, y ellos no pueden ayudarte. Decidirás pedir el papel para hoy, ya que es la única opción posible en ese momento. Cuando llegues a la cafetería, encenderás tu portátil y descubrirás que ese papel no funciona. Finalmente, irás a casa y buscarás desesperada la información para la red wifi.


Este es un proceso por el que pasamos la mayoría de estudiantes pero no todos con la misma suerte. Nosotras todavía seguimos sin encontrar la información en la web. Aunque hay alumnos que aseguran que un día, de repente, lograron conectarse y desde entonces disfrutan felices de su wifi.



Mucha suerte a todos.

No hay mal que por bien no venga


Hace poco mis compañeras y yo decidimos ir a comer juntas al puerto deportivo de Getxo, con tan mala suerte que se nos pasó la hora y no llegamos a tiempo a clase. Así que no nos quedó más remedio que ir hacia la cafetería para esperar a la siguiente hora.

De camino vi ante mis ojos algo brillando con el sol y llamándome a gritos. Era un billete de 50 euros tirado en el suelo. Me agaché para recogerlo con tanta rapidez que mis compañeras me miraron como si estuviese loca, hasta que descubrieron el por qué de mi euforia. Una vez lo tuve en mis manos, me di cuenta de que lo que parecía un billete, terminaron siendo cuatro. Una suma de 200 euros.


Por un momento se nos pasó por la cabeza entregárselo al conserje. Aunque al instante nos dimos cuenta de que el dinero no tiene dueño, ni identificación alguna. Así que nos lo repartimos como buenas compañeras, y finalmente fuimos durante un fin de semana, un poquito más ricas.

lunes, 8 de octubre de 2007

Presentación


El primer contacto con la universidad es, para casi todo el mundo, selectividad. Un día muy caótico, en el que el estrés y los nervios son tus mejores amigos. Pero pronto descubres que tan sólo ha sido una pequeña demostración de lo caótica que puede llegar a ser tu vida desde ese momento en adelante.

Sobre ello escribiremos en este blog; sobre las pequeñas cosas que hacen de estas cuatro paredes un lugar emocionante en el que nunca sabes lo que te va a pasar.

¿Te parece que el vídeo sobre la UPV refleja la realidad?