lunes, 10 de diciembre de 2007

Un, dos, los micrófonos!


En la universidad, al igual que en los colegios e institutos, encontramos profesores de todo tipo. Los hay que son capaces de mantener al alumnado atento durante los cincuenta minutos, los que apenas preparan sus clases, y los que además de limitarse a dictar lo que lee de su libro, tratan de rompernos los tímpanos.

Por supuesto, esto último tiene su explicación. Tenemos un profesor empeñado en usar el micrófono de clase, aún sabiendo, que éste no hace más que emitir un irritante pitido que provoca una terrible molestia. Desde que llegó, no recordamos un día en el que las clases no hayan estado amenizadas con esta horrible banda sonora; y sin embargo, el señor sigue empeñado en hacerlo funcionar.

Lo peor de todo, es que para la mayoría de los alumnos, su asignatura es la hora de la siesta. Ya que su voz y su manera de dictar, son como tomarse un somnífero. Y de repente, mientras sueñas despierto, el micrófono maldito comienza a chirriar de un modo espeluznante haciendo así, que todos levantemos la cabeza de golpe.

Nos queda el consuelo de pensar, que el cuatrimestre casi toca a su fin. Pero estamos seguras de que en nuestra mente, siempre quedará la duda de saber, si realmente el micrófono estaba estropeado o era él el que lo hacía sonar así a propósito.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No será Homobono!

¿Te parece que el vídeo sobre la UPV refleja la realidad?